Ahora, más que nunca, el 2.0 está de moda y todo está en esa honda y es más algunos sectores ya se comienzan a pasar al 3.0 (porque no les dejan al 5.0), es decir, se están perdiendo los papeles porque el mundo web no es cuestión de apariencia sino de acción y de hechos cuantificables. Menos decir y más hacer y dialogar para impregnarse del nuevo espíritu.

Muchas empresas presumen en sus discursos de que sus personas son lo más importantes y que, por ende, apuestan por las nuevas tendencias a la hora de seleccionar, sin embargo, a la hora de la verdad, siguen haciendo selección 1.0 y el currículum 2.0 les parece fuera de lugar y no duda en catalogar de “raritos” a las personas que tienen blog, perfil en redes profesionales o que gestionan sus propios grupos en diversas webs, demostrando lo que saben sobre un tema y dando su opinión. Estos son un “problema”, se suele pensar.

Soy de los que opinan que el currículum tradicional está en proceso de decadencia pero aun le queda mucho para quedar desterrado porque no olvidemos que aun muchas personas no saben hacer un currículum tradicional en condiciones, así que mucho menos se embarcarán en el currículum 2.0.

Son muchos los que aun piensan que un currículum 2.0 solamente lo pueden tener perfiles tecnológicamente avanzados, es decir, publicistas, diseñadores, periodistas, profesionales del marketing, informáticos, etc. Están totalmente equivocados porque el currículum 2.0 se refiere en esencia al que demuestra lo que hace, lo que sabe, las competencias que tiene, como se relaciona con los demás en presente y no en pasado como el currículum tradicional. Es decir, esto lo puede hacer cualquier persona independientemente de su profesión o área profesional a la que se dedique.

El nuevo modelo de currículum permite reflejar en el perfil el blog personal de la temática profesional a la que os dediquéis en la que demostráis día a día lo que sabéis hacer. De la misma forma, debéis reflejar vuestros perfiles profesionales en la red, los grupos profesionales que gestionáis, dónde vais introduciendo debates, generando conversación y dinamizando un grupo de personas que siguen ese grupo. Igualmente, debéis especificar el perfil de Twitter, donde pueden ver los debates en vivo y directo que generáis o mencionar vuestra pagina profesional en Facebook.

El problema es que este tipo de curriculum que habla en presente requiere de una inversión de tiempo, esfuerzo y dedicación para darnos los frutos esperados. Y no todas las personas están dispuestas a demostrar lo que saben hacer de forma altruista en un primer momento y, por ello, les es mucho más fácil quejarse y estar en modo pasivo sin hacer nada.

Hoy en día, cualquier persona puede demostrar en la red lo que sabe hacer, los conocimientos que tiene, las iniciativas que se le ocurren, las competencias claves por la que se diferencia. Lo que marca un antes y un después es comenzarlo a hacer sin esperar a priori nada a cambio porque no es cuestión de escribir solo un día y abandonar el blog o crearse un grupo en una red profesional y no escribir nada ni dinamizarlo sino que se trata de ir poco a poco metiendo contenidos, dinamizando y disfrutando con lo que se hace. Se debe primar la calidad sobre la cantidad y poco a poco se irá descubriendo  que cosas se deben ir puliendo y mejorando. El mundo 2.0 es aprendizaje diario que nos va haciendo evolucionar en el tiempo.

Muchas empresas siguen haciendo selección 1.0 usando alguna herramienta 2.0 como son las redes profesionales, es decir, siguen haciendo las entrevistas en pasado, basándose en lo que se dice que se ha realizado, cuando podrían acceder a lo que están haciendo hoy en día en la red y pedirles que les demuestren de forma práctica lo que saben sobre su área profesional, cómo desempeñan las tareas, comprobar cómo se relacionan con otras personas que no conocen demasiado y eso lo tienen a mano en la red con simplemente investigar y observar.

Ahora todo lo 2.0 está de moda, sin embargo, no hace tanto tiempo que las personas que teníamos bitácora propia, perfiles en redes profesionales y gestionábamos grupos profesionales debíamos ocultarlo en nuestro currículum tradicional porque si no, nos generaba problemas para poder acceder a determinas posiciones en algunas compañías.

A las compañías les conviene incorporar a personas que sean activas, que tengan criterio propio sobre las cosas y los temas que dominan y que les apasione lo que hacen. Aunque para esto, las empresas deben ser íntegras y estar dispuestas a contar lo bueno y lo mejorable, compartiéndolo con sus usuarios y clientes en un proceso de aprendizaje mutuo.

¿Qué opinas del curriculum 2.0? ¿Qué te impide dar el paso hacia el 2.0 en la búsqueda de trabajo? ¿Cuéntanos tus experiencias sobre el perfil 2.0?