Las empresas están manifestando cada vez más la escasez de compromiso de sus personas con sus proyectos organizacionales y, por supuesto, como principal causa aluden a las prioridades y cambio de valores de las personas en la actualidad. Alegan una actitud más individualista y egoísta de cada persona y, por supuesto, pocas empresas asumen su parte de responsabilidad y se dedican a tirar balones fuera que es lo más fácil de hacer.
El compromiso es algo muy fácil de dar, sin embargo, el cumplirlo es más complicado. Cuando realmente se ve la involucración, responsabilidad y valor de cada persona es cuando toca demostrar de verdad si su compromiso verbal con un proyecto, empresa, etc. es real o no con hechos.
Lógicamente, dicho compromiso es algo mutuo que debe de partir de la persona y también de la organización. No podemos pretender que la persona se comprometa con la empresa y ésta no lo haga con sus personas y viceversa. Lo que está claro es que el cumplir el compromiso parte de la fuerza interior de cada persona donde priman unos valores, una ilusión por el proyecto, etc. que se ve reforzado por la pertenencia a un grupo y por la percepción de valor añadido que le da esa compañía o proyecto. Siempre pueden existir excepciones donde determinadas personas se comprometen mucho más allá de lo debido porque están hechos de una pasta especial.
Por ello muchas empresas en vez de afirmar que sus trabajadores no se comprometen con su trabajo, deberían preguntarse qué han hecho ellas para que sus trabajadores se comprometan más o qué podrían hacer de otra forma para que cambiase el nivel de compromiso de sus personas.
Las compañías deben demostrar que sus personas son importantes para sus cúpulas directivas, es decir, contar con ellos en las decisiones organizativas, escuchar su opinión, permitirles desarrollar sus ideas y otras muchas cosas. En una palabra permitir que las personas de una empresa participen y se sientan parte viva de la comunidad laboral de la que forman parte.
Algunas empresas, desde que comenzó la crisis, han tomado decisiones injustas sin dar explicaciones a las personas que aun permanecen con ellos. Mantienen incertidumbre, generan miedo y no son claros en los pasos que se deben acometer. Pretenden que por arte de magia, las personas asuman ahora más trabajo, es decir, que hagan el trabajo de varias personas aunque eso suponga tener que hacer muchas más horas por el mismo salario. Eso sí, cuando despidieron a sus compañeros, muchos de ellos muy trabajadores, no dieron una explicación ni se tomaron una serie de medidas de recorte en determinadas partidas de gastos y beneficios de los puestos de mayor nivel. Con este panorama: ¿puede uno estar comprometido con este tipo de empresas? Creo que la respuesta es muy obvia. Determinadas personas, llegado el momento, van al trabajo como pueden porque necesitan vivir pero, obviamente, no se van a matar por una compañía que en cualquier momento puede prescindir de ellos porque no son más que un mero número.
Las empresas, para conseguir que sus personas se comprometan, deben de establecer de forma clara las premisas de un proyecto global en el que antes de exigir compromiso, lo ofrezcan y verán como poco a poco van obteniendo frutos. Los principales vendedores de la cultural empresarial de una compañía son sus personas y si estas están contentas y satisfechas con la misma van a ser los mejores embajadores de la misma. Debéis pensar que si una persona no esta contenta en su trabajo, a la larga lo manifiesta de diversas maneras y no da todo lo que podría dar, es decir, se limita ha hacer lo justo y necesario, sin aportar nada de valor que es lo que al final cuenta. Las personas deben diferenciarse en la forma de hacer su trabajo respecto al resto y para ello deben estar comprometidos al 100% con lo que hacen. Y si varias personas de su organización en un momento dado, hacían bastante más por el proyecto y ahora no lo hacen debería preguntarse qué ha podido pasar.
No olvidemos que el compromiso diferenciador debe recompensarse porque si no se valora adecuadamente o se ignora conseguiremos que desaparezca cuando la persona que lo tiene vea que es tratado igual que todos.
Por ello, las compañías deben saber identificar a las personas que están comprometidas con ellas mediante la observación y tenerlos como ejemplo a seguir sin duda. El problema es que bastantes empresas se conforman con lo estándar y piensan que cualquiera puede desempeñar sus posiciones con unos mínimos. Al final, solo valoran lo que tenían cuando lo pierden y al mismo tiempo, no toman ninguna medida al respecto para que no vuelva a pasar.
Por finalizar me gustaría saber ¿Qué entendéis vosotros por compromiso? Y ¿Qué hace que os comprometáis o no con algo?
Es muy común olvidarse de que el compromiso no responde a la ley de la oferta y la demanda sino que, sea cual sea la situación, es mutuo.
Si una empresa utiliza a las personas como material desechable, porque la situación de mercado así se lo permite, las personas nunca tendrán compromiso alguno con tal empresa.
Hola Juan:
Para mi compromiso es confianza mutua que se materializa en hechos. Lo que nos hace comprometernos es precisamente la confianza, en los proyectos, en las ideas, en los sueños, `pero sobre todo en las personas.
Lo malo, que el hombre es débil por naturaleza y perdemos esa confianza cuando no todo sale como lo habiamos planeado.
Hola Juan,
Para mi, la siguiente frase resume a la perfección esta cuestión del compromiso:
«Trátame como un empleado de tercera y me comportaré como un empleado de tercera; trátame como un empleado de primera y me comportaré como un empleado de primera». Ley del espejo.
Esta frase la encontré en «El coaching de Oscar Wilde» de Allan Percy.
Un saludo.
Hola José,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Veo que coincidimos al 100% en el planteamiento del post. El compromiso debe ser sincero y mutuo porque se cree en la reciprocidad para que la relación funcione con fluidez. Los problemas comienzan cuando una parte se siente con mayor potestad para exigir sin dar nada a cambio.
Saludos,
Juan
Hola Fernando,
Me gusta y comparto tú definición de compromiso. Debe existir la confianza en las personas y en sus acciones, es decir, no perderla a los primeros traspiés porque todos podemos tropezar, la diferencia es la reacción y la evolución ante el mismo.
Saludos,
Juan
Hola Lluisa,
Gracias por esa gran frase ante la que nada se debe añadir.
Cada uno da en proporción a lo que recibe y eso repercute en todas las áreas. Si la empresa trata mal a sus empleados estos lo harán con los clientes y así sucesivamente convirtiéndose en un círculo vicioso.
Saludos,
Juan
El compromiso, como otros valores, ha evolucionado mucho en los últimos años. El porcentaje de personas que se comprometen durante un tiempo limitado con proyectos concretos ha aumentado frente al de personas que se comprometen con empresas de forma vitalicia.
Creo que la base de un buen compromiso por ambas partes comienza con unas expectativas claras y aceptadas por todos los implicados.
Ofrecer un puesto de por vida puede ser valorable, pero no me parece suficiente hoy en día para forjar el compromiso entre una organización y uno de sus miembros. Ni siquiera me parece que sea un ofrecimiento alineado con las actuales estrategias empresariales.
En mi caso particular me comprometo con aquellas organizaciones que con una buena frecuencia me enriquecen, me proponen retos, me ofrecen oportunidades de aprender porque asumen riesgos, son innovadoras, no se duermen en los laureles [Por supuesto que soy realista: Habrá sus momentos de rutina y burocracia, pero creo que nos entendemos].
Muy buena reflexión sobre un concepto clave, Juan. Felicidades.
Pienso que es una cuestión de confianza y de reconocimiento.
Cuando la empresa quiere el empleado que menos cobre por una determinada tarea, el trabajador que acepta la oferta lo hace pensando en el puesto como algo necesario pero temporal, hasta que dé con el trabajo que desea, por lo tanto no se compromete porque no espera continuidad y porque “para lo que le pagan, bastante hace”.
Antes el trabajo era para toda la vida, y las personas se volcaban con la empresa porque tenían el convencimiento de que lo que era bueno para la entidad lo era para ellos, les tendrían en consideración si se esforzaba. Era una cuestión de respeto al superior.
Ahora la mayoría de la gente sólo se compromete si previamente se han convencido de que merece la pena el esfuerzo y va a ser reconocido. Es una cuestión de respeto a uno mismo.
Hola Isidro,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Muy bueno tu apunte que comparto en su totalidad.
Pienso que la estabilidad ahora está muy sobrevalorada y no creo que sea la principal causa que propicie el compromiso de la parte trabajadora porque una vez que se tiene se da como derecho adquirido sin demasiada valoración.
Deben quedar las cosas claras entre ambas partes de lo que uno espera del otro y el punto máximo al que se puede quedar para ser francos y sinceros. Influye mucho más para el compromiso la calidad del proyecto, sus condiciones, el equipo de trabajo, etc.
Cada vez más tendemos a la temporalidad de los proyectos.
Saludos,
Juan
Hola Lola,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
El compromiso ha cambiado y las personas cada vez exigen mayor calidad y reconocimiento para esforzarse. De la misma forma la empresa recibe en proporción a lo que da y esto a muchas de ellas no les gusta, sin embargo, las reglas del juego van cambiando. Es cuestión de adaptarse y ser flexibles. El compromiso debe ser mutuo y equitativo entre ambas partes para que la situación global evolucione en línea ascendente y motivadora.
Saludos,
Juan
Lo dices muy bien Juan: balones fuera. Lo dices muy claro: para aquellos que llevan décadas en el error, los culpables siempre son los demás.
En cada conferencia hay un dinosaurio famoso que repite con mayor énfasis que el personal ha de aportar valor a la empresa.
Pero hasta que se pregunten qué valor pueden aportar a los trabajadores, hasta que descubran el significado de la palabra «reciprocidad», el compromiso irá en declive.
Como los tecnomanagers sólo saben de números y de ingeniería y no entienden absolutamente nada de personas – y lo digo con determinación – endurecen los comportamientos que, precisamente, son responsables de la falta de compromiso.
Cuando una solución no funcionan, aumentan las dosis.
Hay que volcar los actuales gurús del management, derrocar los ídolos y cambiar el management.
http://www.platformXXI.org, para un nuevo management
Buenos días MichelHenricColl,
Gracias por participar en mi blog.
Plenamente de acuerdo con tú reflexión. El compromiso es responsabilidad de la organización y de los trabajadores. Mientras esto no se aprenda no avanzaremos en la línea y al ritmo adecuado. Debemos librarnos de los responsables charlatanes que no asumen su grado de culpabilidad y se pones manos en acción para revertir la situación.
Saludos,
Juan
Buenas noches,
Para mí el compromiso es lo que hace que pongas todo tu empeño en algo, sin esperar recompensa por ello ya que ésta es intrínseca al compromiso.
Obviamente este compromiso debe ser recíproco (empresa –> trabajador; trabajador –> empresa) ya que deben trabajar por un objetivo común y percibirlo como tal. Si no es así, en algún momento el barco se hunde.
Un saludo,
Rebeca.
Buenas noches Rebeca,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Efectivamente, el compromiso debe ser reciproco sin esperar nada a cambio porque se cree en el proyecto y su finalidad. Esto pocas veces ocurre porque no se traza el camino de forma correcta.
Saludos,
Juan
para que el empleado se comprometa tambien es importante el entorno y el tipo de liderazgo que se le da, excelente articulo
Hola Pedro,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Por supuesto, el entorno y el tipo de líder que se ejerza es vital para tener o no confianza.
Saludos,
Juan