Una parte mayoritaria de la población española sigue viendo como mejor opción profesional conseguir “meter la cabeza” en la administración pública. En caso de terminar por ver esta opción como la elegida, toca ponerse a preparar las temidas oposiciones, que permitirán acceder a las plazas a las que se opte. Requiere invertir muchas horas para conseguir ser funcionario, en el campo del estudio, pero también en cuanto a sacrificio y constancia. Como se suele decir, el que algo quiere, algo le cuesta.
Como en todas partes, existen ventajas y desventajas de trabajar en la administración pública y quiero exponer algunas, para poder generar el debate.
Comencemos por las cosas beneficiosas que tiene el acceder a una plaza de funcionario. En primer lugar y quizás la que todo aquel que opta a una plaza pública lleva en la cabeza es la de conseguir una plaza fija hasta la jubilación, es decir, la soñada estabilidad que garantiza un sueldo seguro todos los meses. Porque seamos realistas “muy gorda la tienes que hacer” para que te echen y pierdas tu plaza. Como era de esperar, no es un punto que comparta. Obtuvisteis vuestra plaza porque fuisteis los que mejor resultados sacasteis en la oposición. Sin embargo, se os paga por efectuar un trabajo a un rendimiento adecuado para sacar adelante la carga de trabajo asignada. Nos encontraremos una gran cantidad de funcionaros que van a pasar el rato a su puesto con la ley del mínimo esfuerzo sin apenas trabajar y lo mejor de todo es que nadie les dice nada. Son los que peor nombre dan al colectivo y se deberían establecer unas pautas que, si no se cumplen, conlleven que ese individuo deje la plaza.
He de admitir que soy partidario de la función pública pero con limitaciones, es decir, el que no trabaje, se le “pega un toque de atención” para que cambie y si continua con esa actitud, solo tiene un destino: la calle. Otra cosa no, pero son muchos los que quieren obtener una plaza de funcionario, por lo que gente, no va a faltar.
Luego otra gran ventaja es que la mayoría de las administraciones públicas y servicios ocupados por funcionarios llevan horario continúo de lunes a viernes de 8 a 15, lo que permite conciliar adecuadamente la vida familiar y laboral porque además las personas con cargas familiares tienen opciones para adaptarse a sus necesidades sin problema.
Otra buena razón, es el período de vacaciones de los cuales disfrutan. Además de las vacaciones como tal, se añaden los días por asuntos propios (número que varia en función de la administración) más los “moscosos”. No creo que se puedan quejar… aunque nunca nos solemos contentar con lo que tenemos, aunque sea mucho.
Por supuesto, los moscosos y días de asuntos propios sólo se deberían de poder usar cuando haya una causa que lo justifique porque, tal y como están concebidos ahora mismo, no dejan de ser más vacaciones y pierden el sentido que deberían tener.
La principal desventaja que le veo a la administración pública es la excesiva burocracia que existe en sus filas, que hace que hacer determinados trámites sea una verdadera odisea para el sufrido contribuyente o ciudadano de a pie. Cada funcionario tiene su función y es incapaz, o así lo tienen establecido, salirse de ese campo para facilitar las gestiones a sus usuarios. Si falta un sello, falta el sello de la ventanilla 22, a la que solo se puede acceder tras haber pasado por la ventanilla 14… Aunque si falta el justificante del censo, habrá que empezar en la ventanilla 23, pasar a la 7 para volver a la 21, que permitirá así, pasar a la 22. En fin, que como si de un chiste se tratase, la administración está inmersa en un complicado proceso burocrático, que impide que sea dinámica.
Las excesivas jerarquías existentes en cada administración hacen que las decisiones se demoren excesivamente porque tienen que pasar por un gran número de personas, es decir, hay dosificación de esfuerzos por todos los lados. Mi recomendación sería hacer estructuras mucho más planas que agilizarían las gestiones y los plazos de espera.
Por otro lado, no debemos olvidarnos de los medios obsoletos con los que cuentan la gran mayoría de nuestras administraciones ya que han dado la espalda a las nuevas tecnologías, que sin duda, les ahorrarían mucho tiempo e incluso trabajadores. Es un proceso excesivamente manual cuando podrían estar automatizadas. Esto se solucionaría con más auditorias que justifiquen objetivamente los gastos de cada partida presupuestaria en cada departamento o área.
Reduciendo puestos de alto nivel se ahorrarían costes que se podrían invertir en este tipo de modernizaciones más que necesarias. Creo que hay mucha gente viviendo del cuento en las altas esfera públicas. Mandos medios y altos debe haber los justos y necesarios. Porque ahora uno se pierde en la maraña de puestos de responsabilidad que hay más asesores y puestos con denominaciones que quedan muy bien pero que muchos se preguntan ¿Para qué sirven? ¿O qué hacen?
Una de las lacras de las administraciones públicas es la falta de organización a nivel de gestión en todos los sentidos. Hay que reubicar personal de forma adecuada porque hay en áreas que falta personal y en otras que sobran.
No hay que olvidar también que muchos funcionarios, aunque quieran cambiar las cosas y aportar más no pueden. En las administraciones se es un mero número donde cobras lo mismo por hacer tu trabajo que por escaquearte porque es como está concebido el sistema. Y esta mentalidad no ayuda mucho a que las personas trabajadores continúen eternamente con su esfuerzo porque no se les valora ni recompensa. Debería de existir la opción de incentivar salarialmente a aquellos que más aporten. Hay Profesionales en la administración con grandes ideas que no pueden llevarlas a cabo porque nadie las presta atención. Se pretende que cada uno lleve su ritmo sin romperse la cabeza sobre como poder mejorar la atención y los procesos.
Otro problema son los horarios que llevan los servicios de atención al público ya que muchos, al ser de mañana, no se adecuan a las necesidades del personal que tiene que realizar los mismos porque en esos horarios trabajan y para hacer un mero trámite, les requiere tenerse que coger un día de vacaciones. Muchos servicios deberían abrir alguna tarde a la semana para ser más flexibles a las necesidades de sus usuarios. También ayudaría el que la gran mayoría de papeleos se pudiesen hacer de forma telemática, a través de la red, para ahorrar tiempo y recursos a ambas partes. Me consta que se esta haciendo ya pero no todo lo que se debiese. Se debe invertir el dinero en cosas útiles y necesarias para mejorar la calidad y el servicio de las administraciones publicas.
Otra cosa bastante mejorable es la atención prestada por algunos funcionarios porque depende mucho del que te atienda. Hay gente muy amable y eficiente, sin embargo, tenemos esa minoría de malos profesionales y vagos que más que ayudar desesperan. Así que la atención prestada debería ser homogénea y de calidad. Es decir, controlar a que personas ponemos a atender a la gente.
Podría seguir eternamente, pero creo que por hoy ya está bien. Con esto no pretendo meterme con la administración pública sino dar ideas para que mejore, de una vez por todas, en beneficio de todos. Hay que aceptar las críticas constructivas para tomar nota de ellas y ponerse manos a la obra para mejorar. ¿De qué sirven tantos estudios y encuestas si se quedan en meras estadísticas que no hacen más que mostrarnos la realidad y no la cambian?
Buen artículo, aunque creo que está mezclando conceptos y a la postre resulta tendencioso: critica a la administración en la forma de quienes trabajan en ella por oposición. En principio el artículo se planteaba como las ventajas y desventajas que para un trabajador supone trabajar en la administración. Sin embargo, en la parte de desventajas en su mayoría describe las consecuencias de una mala gestión de la administración para los ciudadanos, no para quienes trabajan en la administración, con lo que resulta poco equilibrado.
Creo que el artículo olvida un aspecto fundamental de cómo se gestiona la administración. Quienes deciden y reforman son puestos políticos y de libre designación, no «funcionarios». Son quienes legislan, cobran aunténticos sueldazos y enchufan a sus amigos y empresas de confianza.
El sueldo medio de un trabajador de la administración es de unos 1000 euros. Hemos de reconocer que durante las «vacas gordas» muchos nos hemos reído de quien quería «sacarse unas oposiciones» para cobrar esa porquería, previo encerronas de estudio que en ocasiones han durado años. Ahora, en las vacas flacas, mil eurillos fijos al mes se ven con lógica envidia por muchos, pero creo que no es justo cargar contra quienes de forma abierta y pública se han conseguido un puesto de trabajo que, a fin de cuentas estaba allí para todos nosotros. Yo trabajo en la empresa privada porque gano más y porque no me apetece estar al albur de que me cambien de funciones y departamento con los cambios de dirección. Me gusta trabajar en las cosas que me gusta, no en lo que a cada político y cargo de confianza le viene bien. Por eso paso de la administración, pero respeto a quienes les toca tragar con esa realidad todos los días, comprendo su frustración y, aunque no la comparta, entiendo que pueda degenerar en desidia.
Finalmente, dos pequeñas puntualizaciones: los «moscosos» y los «días de asuntos propios» son la misma cosa y los funcionarios son sólo una pequeña parte de todo un catálogo de perfiles laborales con puesto fijo que trabajan para la administración. Yo misma trabajé durante un tiempo en la administración, con puesto fijo, y no era funcionaria.
Buenas tardes mlaportuguesa,
Gracias por pasarte y participar.
Obviamente respeto tu opinión pero no creo que en mi descripción critique la opción de la administración pública ni que cargue contra ellos. Porque como indicas es una opción que esta ahí para el que la quiera tomar.
Las desventajas son de gestión, sin embargo, también de productividad porque las personas que están ahí trabajando tienen que prestar un buen servicio a los ciudadanos y su desidia no la tienen que pagar los menos culpables. Por supuesto, soy el primero que se que el funcionamiento de la administración lo deciden nuestros políticos y ellos son los primeros que abusan del tema y dan un mal ejemplo. Sin embargo, el tener un puesto fijo en la administración ocupes el puesto que ocupes a nivel alto o nivel bajo no da derecho a para de todo y no hacer tu trabajo.
Lógicamente la empresa privada también tiene sus problemáticas y sus beneficios como todo.
Por supuesto, q ue tengo claro que no todo el mundo que esta trabajando en la administración es funcionaria porque cada vez existen más plazas temporales, sustituciones y servicios subcontratados.
Depende del área o administración en la que se trabaje cambie el tema de los días de asuntos propios y moscosos, porque en alguna administración tienen un dia de asuntos propios más todos los moscosos aunque en la gran mayoría están unificados.
Creo que estamos más en acuerdo que en desacuerdo.
Saludos,
Juan
La administración tiene mala imagen, y sí, hay muchos trabajadores «acomodados» en ella, que no ofrecen tampoco «buena imagen» a los ciudadanos, ni cuando trabajan ni cuando atienden al personal.
La gran empresa «Papá Estado» tiene un principal problema: No ha encontrado todavía su equilibrio perfecto entre derechos laborales y control de calidad.
No obstante, como defensor que soy de lo público, debo decir que en la empresa privada tampoco hay cosas muy diferentes. Hay mejor imagen en general, pero de puertas para dentro, mucha gente también de dudosa productividad. Además, no olvidemos que la empresa es la primera en contratar «por contactos», mientras que en la administración sólo se entra por baremo objetivo (discutible, pero objetivo). Y los contactos, ya se sabe, genera que muchos trabajadores «enchufados» no sean realmente quienes se merecen esos puestos.
En general, creo que en España hay un problema a solucionar conjuntamente, en el mundo del trabajo. Y ese problema es nuestra escasa productividad, que está unida, paradógicamente, a ser de los que más horas hacemos de Europa.
¿Soluciones? La psicología organizacional y en general los profesionales del área psicopedagógica aplicada al trabajo las tiene claras, pero ni la empresa privada ni las administraciones están por la labor de ponerlas en marcha. Seguimos anclados en viejos modelos de control preocupados por horarios (por ejemplo) y sueldos, y despreocupados por la motivación, los logros, los objetivos y por un plan de desarrollo de la carrera pactado. Hablamos de ciencia ficción…
Un saludo,
Felipe.
Hola:
En general me gusta tu blog….
En este caso me parece que el título no es el más adecuado porque expone las ventajas de trabajar como funcionario pero no las desventajas …. quiero decir que la segunda parte se ocupa de criticar el trabajo del funcionario…es decir «desventajas» ….pero para el administrado.
Quiero decir que aunque muchas cosas van «mal» en la administración (la privada no se queda atrás) no todo es criticable. De hecho, aunque a algunos les cueste admitirlo, hay «asuntos» que SI funcionan en la Administración: todos los días los profesores dan sus clases en escuelas de primaria, institutos y Universidades, cada dia los medicos pasan consultas y operan y curan, los policias hacen sus rondas puntualmente, el camión de la basura y los barrenderos limpian nuestras ciudades, los pensionistas cobran sus pensiones puntualmente, y asi un larguísimo etcetera…
Vale que en la administración hay desidia y hasta pereza de algunos, pero eso pasa también en la privada, sino darse una vuelta por las colas de las Cajas de Ahorros, o por la ventanilla de los Bancos….llama a algún servicio de atención al usuario de grandes empresas suministradoras de electricidad, agua, telecomunicaciones, seguros,….el trato y el servicio deja muy mucho que desear…incluso en las grandes superficies te hacen omiso caso si pretendes una información fidedigna y eso que tienen que vender….Estamos de acuerdo que la Administración necesita una reestructuración que la haga más eficaz pero de ahí a denostar y devaluar constantemente el trabajo del funcionario hay un buen trecho. Pareciera que muchos han encontrado en culpabilizar a los funcionarios de todos los males de la sociedad, la excusa perfecta para lograr que tod@s dejemos de mirar hacia otros lugares que si que están «podridos»
Por el corte del comentario ya habras adivinado que soy funcionaria y la verdad es que tras veinticinco años ya estoy realmente hasta las narices de ver como arbitraria y alegremente ningunean mi trabajo y el de mis compañeros. Ya está bien de tópicos que se eternizan.
Un cordial saludo.
Simplemente quiero añadir que a) Comprendo y comparto en gran parte el comentario anterior (aunque algunos servicios que mencionas están subcontratados hace tiempo en todas partes, como las basuras), y b) Que si una administración concreta funciona mal también es culpa de LOS CIUDADANOS que no ponemos quejas por escrito. Como sabrá la autora del comentario anterior, recibir una queja por escrito no es cualquier tontería… Pero tampoco lo más común.
Si algo no va bien, tenemos también derecho a reclamarlo, pero simplemente no lo hacemos.
Y sólo era añadir esas dos cosas ;-).
Hola Felipe,
Gracias por participar.
Por supuesto, la productividad en España falla tanto en la empresa pública como en la privada y es nuestro mayor problema. En la empresa privada si incentiva el absentismo presencial cuando las personas tienen que rendir y eso no se consigue solo con estar en la empresa.
Dejar claro que yo no soy un fiel defensor de la empresa privada ni un detractor de la administración pública. Porque en este blog en múltiples ocasiones he hablado de la falta de productividad en las compañías.
La solución es complicada porque debe de producirse un cambio de mentalidad y desaprender muchas conductas que durante años las hemos visto como adecuadas y no lo son.
Los funcionarios son las que menos culpa tienen del mal endémico de la administración pública porque ellos aunque quieran no pueden cambiar las reglas del juego. Debe primar la calidad y no la cantidad. Luego en la administración pública y en la empresa privada los primeros que deben dar ejemplo son los de arriba y así cambiarían muchas cosas.
Saludos,
Juan
Hola Merche,
Gracias por pasarte y participar en mi blog. Tras leer este artículo seguro que mi blog te ha gustado un poco menos. Fuera de bromas pasó a comentar porque pensamos en la misma línea aunque no te lo parezca.
Como ya he afirmado en un comentario anterior en la empresa privada también fallan muchas cosas y por supuesto muchas personas no realizan su trabajo adecuadamente y están sin hacer nada. Lo confirma la crisis actual que vivimos en la que todos conocemos casos de salidas de la empresa de las personas productivas sin explicación alguna. Porque la percepción de la productividad en la sociedad española se basa más en el aparentar que se hace a los ojos de los jefes que en el hacer. Vamos una pena.
Igualmente, muchos servicios públicos funcionan perfectamente porque abundan más los buenos profesionales que los malos. El problema de fondo es que debe de producirse una reestructuración de la administración a todos los niveles y eso supondrá quitar funcionarios de donde sobran y ponerlos en otros servicios donde faltan. Después se debe eliminar multitud de cargos altos duplicados que suponen un gran gasto.
Desgraciadamente el cambiar las cosas no es tan fácil ni depende de nosotros. Con este artículo ni mucho menos estaba generalizando ni metiendo a todos los funcionarios en el misma saco porque hay de todo como en todas las partes.
Saludos,
Juan
Considero que la ventaja más grande de trabajar en la administración pública es la estabilidad laboral. En estos tiempos de crisis económica en donde reina los despidos y el desempleo, obtener una plaza para trabajar en el Estado genera tranquilidad que no es poca cosa.
Hola administrativo corporaciones locales,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Esta claro que la estabilidad en el puesto de trabajo es la principal ventaje de ser funcionario que en estos tiempos ya es. Sin embargo, cada vez están más en el punto de mira por el Estado en más de una ocasión de forma injusta porque siempre pagan los de escalafones más bajos.
Saludos,
Juan
El artículo es fiel reflejo de «algunas» administraciones y de «una parte» del funcionariado.
No caigamos en generalidades, las cosas nunca son blancas o negras. Existen empleados/as de la administración sobradamente capacitados e implicados con su proyecto profesional, que incluso por el sobreesfuerzo que supone cambiar dinámicas en la adiministración, merecen el máximo apoyo y consideración.
Hola Cristóbal,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Por supuesto, en este artículo no pretendo generalizar y simplemente hablo de una parte de la administración que también existe.
Coincido plenamente contigo en que tenemos muchas personas trabajando en la administración que se esfuerzan día a día por aportar su granito de arena para que las cosas cambien, es decir, son ejemplo a seguir por sus compañeros y por los trabajadores de la empresa privada que no se comportan así.
Saludos,
Juan
No he visto nombrado entre las desventajas el desarraigo que sufren los funcionarios.
Si eres del estado (policía nacional, funcionario de prisiones…) no es raro que te «revoleen» y te tengas que ir a desemèñar tu puesto en otra provincia o comunidad.
Los profesores hacen un periplo por su comunidad autónoma mientras pasan de provisionales a definitivos (de los interinos ya ni te hablo). No es raro ser de Sevilla y trabjar
en Jaén.
Nadie habla de eso, sólo de las vacaciones.
Le falto comentar que a pesar de que tienen un horario laboral de 7 hrs solo trabajan 4 por que en la mañana llegan desayunando en la oficina, a la hora de la comida es otra espera y ya para salir andan a las prisas y ya no te quieren atender por que ya es su hora de salida y quieren salir exactamente a las 3 pm o si es posible 15 minutos antes, esto es todos los días y no hay nadie que les diga nada.