La búsqueda de empleo es un trabajo en si y esto lo deben tener claro todas las personas que se encuentran actualmente inmersas en esta actividad.

Así que todos los parados que estén en búsqueda activa de empleo, cuando se les pregunte que si están trabajando, deben decir… Sí, trabajo en buscarme un trabajo. Claro está, los que estén en el paro de vacaciones, que digan que están parados… nada más lejos de la realidad.

Después de esta introducción pseudojocosa, me gustaría continuar con una afirmación: Actualmente, cualquier persona se puede encontrar sin trabajo de un día para otro. Como en las películas, en la vida del desempleado, tenemos dos personajes: los buenos, que vendrían a ser la actividad y el ponernos en marcha cuanto antes, mientras que los malos serían la negatividad y la pasividad.

Todas las personas tendemos a echar la culpa a los demás cuando estamos buscando trabajo y no conseguimos el resultado esperado: conseguir un trabajo. No vamos a negar que la decisión final depende de los empleadores y no siempre son las más adecuadas, sin embargo, vosotros debéis de ponérselo difícil, dejando vuestra candidatura a la altura de lo que valéis.

Por ello hoy quiero plantear los principales errores que se producen en la búsqueda de trabajo para poder aportar luz y ayudar al máximo de personas posibles.

Para empezar, muchas personas carecen de un objetivo profesional concreto y detallado que por supuesto no puede ser “encontrar un trabajo”. Este objetivo es demasiado indefinido para poderlo adoptar. Tenemos que definir si buscamos trabajo a jornada completa o parcial, si buscamos solamente en nuestra ciudad, provincia o si ampliamos el radio de búsqueda a nivel nacional o internacional. Igualmente, debemos clarificar qué tipo de trabajo buscamos, en que área y precisar si tenemos el perfil solicitado actualmente en el mercado (en caso de no cumplirlo deberemos identificar qué tenemos que hacer para conseguirlo).

Otro error muy habitual es tener un solo currículum. Por extraño que parezca, debemos saber adaptar nuestro currículum a cada oferta, tras hacer un estudio de investigación sobre la empresa y el puesto, que nos permita afinar al máximo nuestro perfil a lo que puedan precisar. Recordemos que el currículum ya no es un listado de títulos y trabajos. El currículum también habla (o debería hacerlo) de habilidades, de puntos fuertes, de objetivos alcanzados, de retos conseguidos… que debemos saber presentar si van a ser valorados por el que va a hacernos la entrevista. Por supuesto, que lleva su tiempo pero en la búsqueda de empleo debe primar, como en todo, la calidad de lo que hacemos sobre la cantidad.

Se usan las diversas herramientas de búsqueda de empleo como siempre, sin plantearnos la posibilidad de si existen otras formas de poderlas usar distintas que quizás nos puedan dar mejores resultados. Cuando van pasando los meses y no nos llaman para ninguna entrevista, tal vez sea porque no tenemos bien definido nuestro currículum y requiere darle una vuelta cada cierto tiempo porque no olvidemos que tiene que ser un documento que tenga presente y futuro y no solamente pasado.

En otras ocasiones muchas personas tienen muchos planes que piensan y dicen tener, sin llevar nada a cabo porque finalmente no se midieron las fuerzas. No es cuestión de pensar solo opciones sino de llevarlas a cabo de modo real para conseguir un trabajo. Igualmente, no es cuestión de comenzar multitud de cosas y no acabar ninguna. Debemos tener mentalidad de hormiga y no de cigarra, es decir, debemos ir paso a paso, sin prisa pero sin pausa.

Las claves del éxito son la planificación, la organización, la constancia y el trabajar duro de forma útil.

Otras personas piensan que el trabajo se lo van a dar otros sin que ellos hagan nada. Cuando debemos darnos cuenta que el trabajo nos lo tenemos que buscar cada uno de nosotros haciendo cosas que nos ayuden a avanzar. El esperar los milagros es una opción que hará que optéis por la elección de vosotros contra el mundo pero…¿os lleva eso a algo positivo?

Tenemos también que conocernos a nosotros mismos, es decir, analizar en qué competencias y aspectos somos mejores y, por otro lado, reconocer en qué capacidades tenemos aun trabajo por hacer. El principal limitador para cambiar es no reconocer nuestras debilidades y decir que nosotros somos así.

De la misma forma, muchas personas que buscan trabajo no analizan cómo usan las herramientas, ni si lo que han dicho en las entrevistas de trabajo ha sido lo correcto, etc. No olvidemos que las cosas se pueden decir de muchas formas y, desgraciadamente, la valía se debe demostrar en el tiempo limitado de la entrevista.

Debemos usar la imaginación para buscar nuevas opciones que nos puedan ayudar a la búsqueda de empleo.

Se debe, de la misma forma, diversificar y complementar todas las opciones, alternándolas en el tiempo para avanzar en varias áreas de la búsqueda.

Se debe llevar un registro de actividades para saber qué hemos realizado ya, cuándo y qué nos queda pendiente para no duplicar trabajo y conseguir el efecto contrario. Muchas personas dicen llevarlo pero… ¿sabéis en qué 6 ocupaciones estáis apuntados en vuestra demanda de empleo en el servicio público de empleo? Igualmente, indicadme a qué empresas del sector de vuestro interés os habéis apuntado.

Tenéis que trabajar en equipo con otras personas de vuestro entorno que estén sin trabajo, colaborando unos con otros. Es decir, ayudando vosotros a los demás en las técnicas que domináis en la búsqueda y viceversa. El individualismo y el egoísmo no nos permiten ver el fin de camino.

De la misma forma debemos tener siempre un plan B en la búsqueda en caso de que las cosas no salgan como esperamos y eso requiere marcarnos fechas concretas a cada objetivo en la búsqueda de trabajo. Para recoger se debe sembrar de forma adecuada y aunque la sequía apriete tarde o temprano llegan los resultados.

¿Qué otros errores crees que se cometen en la búsqueda de trabajo?