El lunes 8 de marzo, se celebro el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Creo que realmente conseguiremos la plena igualdad el día que no se celebren este tipo de días. La mujer lleva representando un papel importante en el mundo laboral desde hace siglos, lo que pasa que habitualmente en un segundo plano por la sombra del machismo dibujada y llamada de muchas formas para aparentar.

Las mujeres están demostrado por ellas mismas que pueden desempeñar cualquier tipo de profesión y si no lo hacían antes, era porque en muchos casos lo tenían prohibido o se miraba con malos ojos.

Se arrastra el lastre cultural de que el cuidado de los hijos es responsabilidad principal de las mujeres y debe ser una responsabilidad paritaria entre hombres y mujeres por la que las medidas de conciliación deben ir dirigidas a ambos. Pregunto yo ¿Por qué un hombre no se puede coger una excedencia de un año para el cuidado de un hijo? Pues puede y debe hacerlo si es lo mejor en ese momento y debe importarle poco lo que piensen los demás. El problema es que muchas empresas no están preparadas aun para esto porque tienen el arraigo mental de que ese tipo de medidas es para las mujeres y en muchos casos ponen pegas. Por supuesto, la legislación esta dando grandes pasos pero aun queda mucho trabajo que hacer al nivel de concienciación y de formación social sobre estos temas.

Por ejemplo, que una mujer esté dos años dedicada al cuidado de sus hijos no está mal visto por muchos entrevistadores porque lo ven como algo lógico. Sin embargo ¿Qué pasa cuando esta situación se plantea en un hombre? La gran mayoría de los entrevistadores lo verán raro y comenzarán a rebuscar porque no les cuadra. Cuando es lo mismo, lo único es que no están acostumbrados y les rompe sus esquemas mentales sobre lo que es habitual en ese tema. Mientras no consigamos dar el paso para que este tipo de cosas no nos cause sorpresa y lo veamos con normalidad, mal vamos.

Muchas mujeres tienen que sacrificar su carrera profesional porque no le dan muchas facilidades en su entorno laboral ni en su círculo familiar. Porque no olvidemos que algunos hombres dan por hecho que será su mujer la que flexibilice su carrera profesional. Cuando debe ser una cosa consensuada para conseguir que ambos puedan realizarse profesionalmente mediante la adaptación y la colaboración de ambos.

Igualmente, pasa con los salarios; muchos responsables pagan menos a las mujeres que ocupan el mismo puesto que a los hombres que tienen la misma posición porque siempre se hizo así y lo ven como lógico. Y yo les pregunto ¿Dadme un sólo argumento objetivo por el que eso sea justo? Las cosas deben cambiar de una vez porque realmente se pone esfuerzo en ello. Los departamentos de gestión de personas deberían de controlar estas cosas y exigir equidad salarial pero claro, eso muchas veces supone ir en contra de la cúpula directiva. También decir que se debe cobrar según lo que se aporte, es decir, que dos personas que ocupen el mismo puesto pero que no obtengan los mismos resultados no deben cobrar lo mismo con independencia del sexo.

Todos los días millones de mujeres trabajan de múltiples formas intentando superarse.

Debemos esforzarnos por conseguir que la conciliación de la vida laboral y familiar sea cosa de hombres y mujeres porque eso es lo equitativo.

Igualmente debemos reconocer el esfuerzo de muchas mujeres que durante años han llevado y llevan el peso de la casa y de los hijos sin recibir el reconocimiento y el esfuerzo de nadie porque se le restan valor a estas tareas. Cuando se les debería agradecer enormemente su labor porque en muchos casos se sacrificaron porque no les quedaba otro remedio. Ahora, con la crisis, muchos hombres están pasando a ocuparse de sus hogares y debe verse con absoluta normalidad. Porque lo que debemos de romper de una vez es la mentalidad de que determinadas tareas o labores las hagan los hombres o las mujeres. Cada persona debe hacer lo que más le realice en cada momento independientemente de los parámetros a seguir que marque la sociedad.

Aun vivimos en el mundo del que dirán si hago algo diferente a lo que se espera de mí y eso debe de darnos igual. Porque lo realmente importante es estar contento con lo que uno hace.

En vez del día de la Mujer Trabajadora, debería ser el día de la Igualdad entre trabajadores.