Leyendo la sección del domingo de Luís Alegre, del Heraldo de Aragón me he quedado, una vez más, decepcionado y triste porque la realidad supera a la ficción de nuestra casta política.

Empiezo lanzándoos una pregunta ¿Quien es el deportista español (hombre o mujer) con más títulos mundiales a sus espaldas? Pues he de decirles para los que no lo sepan que es una ilustres deportista zaragozana ya retirada llamada Sheila Herrero Lapuente; para aquellos que no la conozcan, su modalidad deportiva el patinaje de velocidad sobre patines en línea. Esta deportista de élite tiene en la actualidad 34 años. Y muchos de vosotros os preguntareis ¿Qué es de su vida? Por supuesto uno se imagina que su vida profesional ahora estará ligada al deporte, enseñando sus valores, lecciones, experiencias a jóvenes promesas del patinaje en España.

Nada más lejos de la realidad. Actualmente, se encuentra trabajando de dependienta en una tienda de ropa del centro de Zaragoza porque necesita vivir, como todos. Se le puso su nombre a una plaza del barrio de Torrero de la capital aragonesa, barrio en el que creció y se le entregaron muchos premios y distinciones en sus años de gloria. Todo eran promesas y buenas palabras, hasta que llegó su retirada en octubre del 2003. Como el patinaje de velocidad no es un deporte muy popular en nuestro país, ni cuenta con millones de seguidores, ni tiene unos salarios altísimos, nos parece que es un deporte de segunda, cayendo en el olvido leyendas como Sheila.

Esta mujer representa unos valores que deberían de aprovecharse. Porque desde muy pequeña, con su esfuerzo y el de su familia trabajadora, sacaban fuerzas y recursos de donde no los tenían. Tuvo que entrenar de forma precaria en improvisadas pistas de patinaje en cualquier sitio. Los valores que demostró tener son: esfuerzo, espíritu de sacrificio, voluntad, disciplina, afán de superación, sentido de la responsabilidad, crecer ante las dificultades y creer en ella misma y su sueño. Esta persona tenía (y supongo que seguirá teniendo) un don para el patinaje que deberíamos saber sacarle partido, potenciando este deporte con una estrella. Decidió dedicarse en cuerpo y alma al deporte que le apasionaba y eso le conllevó tener que renunciar al estudio. Cada uno elige su camino porque todos no valemos para lo mismo.

Siempre luchando y con la gran parte de sus ahorros comenzó una aventura empresarial que no le fue bien. Ahora, por supuesto, todos los políticos de postín que se pegaban por salir en las fotos con la campeona mundial, han desaparecido y no se acuerdan de las promesas que le hicieron de cara a potenciar este deporte y a dotar a Zaragoza de unas instalaciones adecuadas para el patinaje de velocidad.

Sheila tiene un gran potencial que se está desaprovechando. Por supuesto tiene dignidad y humildad, algo  que muchos políticos no tienen. En el artículo comenta que muchos clientes se quedan sorprendidos y le dicen “tú te pareces mucho a Sheila Herrero” y al final, quizás con alguna lágrima, tiene que reconocer que es ella. Golpe muy duro para ella porque una deportista de su nivel debe de estar vinculada profesionalmente al deporte.

Esta chica nunca se rindió; incluso en duros momentos, como su grave lesión que a punto estuvo de apartarla de la competición antes de tiempo, con tesón y dedicación aun ganó unos cuantos campeonatos del mundo antes de retirarse.

El deporte ahora nos demuestra su cara amarga y falsa y estamos diciendo a las futuras generaciones de deportistas españoles de disciplinas menos conocidas y con menos presupuesto que simplemente están con ellos cuando toquen el cielo de la gloria y que después, si te he visto no me acuerdo. De esta forma, uno se da cuenta de que la realidad que nos quieren contar no se la cree nadie. Tanto sacrificio queda patente que no tiene recompensa, al menos en nuestro país.

Personalmente, me veía en la obligación de denunciar la situación que vive una de las mejores deportistas de toda la historia del patinaje de velocidad. Al menos debemos sacar los colores a nuestros políticos que miran hacia otro lado y una vez más, demuestran que su palabra no tiene valor alguno.

Como reflexión final en alto, supongo que Sheila no será la única deportista de élite que está en esta situación.

Al menos Sheila nos da una gran lección demostrando que en esta vida uno debe estar a las duras y a las maduras para salir adelante, sin importarle absolutamente lo que piensen los demás porque, ante todo, es una persona transparente y buena persona.

¿Qué te parece la situación de Sheila Herrero?