Hace ya unos días hice un post sobre si segundas partes son buenas tanto para los trabajadores como para las compañías. Hubo opiniones para todos los gustos, como tiene que ser.

A propuesta de Facility Manager, nos hemos propuesto unos cuantos bloggeros dar nuestra opinión sobre la actitud de los trabajadores cuando deciden volver a un trabajo donde ya trabajaron en el pasado.

Hay que partir de la premisa de que las circunstancias de cada persona también están en constante evolución. Esto significa que cuando uno decide volver a una compañía tras un paréntesis, sus circunstancias serán diferentes y dará prioridad a otras cosas que antes no y al revés.

Las personas evolucionan, por lo que cambian su forma de pensar, actuar y trabajar. Esto hace que estemos ante un nuevo profesional para esa organización que vuelve a recibirle en comparación a la imagen que se tenía de él. Lo que está claro es que tendrá que demostrar que ha cambiado con hechos y será entonces cuando la compañía pueda juzgar si han sido para bien o para mal.

El trabajador que comienza a trabajar en una compañía que ya conoce de épocas anteriores tiene que partir de cero y olvidar todo lo que vivió, consiguió y padeció en aquel momento para que este comienzo sea fructífero para ambas partes. Lógicamente, esa experiencia le habrá ayudado a aprender como profesional y tiene que haberlo asimilado.

Por lo tanto, la actitud del trabajador que se fue y que ahora vuelve tiene que ser radicalmente distinta a la que tenía cuando se fue de esa compañía. Cuando uno decide abandonar una compañía es porque algo no funciona o no le cuadra de cara a verse indefinidamente trabajando ahí. Ahora, al volver, desconoce si, como él, la empresa ha cambiado, a pesar de que le hayan podido informar de palabra. A veces las personas necesitamos que pase el tiempo para ver las situaciones y las cosa desde otra perspectiva.

Como ya he dicho, la empresa también habrá cambiado lo que hará que este trabajador llegado de nuevo deba dar un margen para conocer los avances, cambios, conocer a las nuevas personas, etc. Quizás las cosas funcionen de otra forma o no, sin embargo, él tendrá que encajar ahí como cualquier nuevo trabajador.

La mente de la gente es complicada. Hay diversas razones por las que un trabajador puede volver.

Puede deberse a que, una vez experimentado el mundo exterior, se dio cuenta que lo que el creía que era tan malo no lo era en realidad porque lo veía desde una perspectiva parcial.

Si ese trabajador vuelve con la misma actitud con la que se fue, durará muy poco porque pretenderá que la compañía se adapte a él. Si vuelve para cerrar heridas, lo más normal es que se ahonden más porque si no lo habéis olvidado es que no lo habéis superado y quizás busquéis venganza. Actitud nefasta para todos. Trabajador y empresa.

También esta persona, tras haber experimentado en otras compañías y trabajos, habrá aprendido a tratar los temas de otra forma y hacer las cosas distintas, que le ayudará a tener más herramientas, aplicándolas a la forma de trabajar actual de la empresa a la que acaba de volver.

Esta persona verá también como las personas que estaban en la compañía cuando él se fue han evolucionado y rotado de puesto y quizás algunos ya no sean los que él conoció. Es una empresa totalmente distinta a la que conoció, a pesar de algunas cosas sean iguales por la filosofía de la empresa, los actores son otros o han cambiado.

Pero también puede darse el caso de que las cosas y las personas prácticamente no hayan cambiado y esta persona, al volver con otra visión, consiga encajar de forma diferente. Igualmente, hará mucho la actitud de la empresa y de las otras personas que ya conocían a este trabajador.

Por supuesto, no es malo que los trabajadores experimenten para aprender cambiando de compañía; la mentalidad del trabajo para toda la vida ha cambiado, como ya lo ha hecho en muchos países vecinos. Cada persona tiene unas expectativas, una forma de actuar, un aguante y una forma de ver las cosas totalmente distintas, es decir, lo que uno ve negro puede ser que otro trabajador en las mismas circunstancias lo vea blanco.

El hecho de que una persona haya variado cada cierto tiempo de compañía no hay que verlo como algo negativo; dependerá de las circunstancias o motivos que generaron los cambios. De la misma forma, el hecho de un trabajador lleve muchos años en una compañía, a priori, no debe ser significativo de algo positivo.

No olvidemos que aquellas compañías que tengan una rotación por encima de la media, será debido a algo. Igualmente, mucha gente esta descontenta pero acomodada a sus trabajos, tienen pereza de buscar, de cambiar… porque ya tienen su rutina y ¿Creéis que estos trabajadores disfrutan con su trabajo? ¿Son buenos para la empresa? Los puntos de vista serán variados y perfectamente válidos.

Pero la vuelta de un viejo trabajador no le influye a él solo. También las personas que conforman esa compañía tendrán mucho que decir y habrá que ver cómo aceptan ellos su regreso.

De todas formas también creo firmemente que cuando un trabajador decide volver a una empresa donde ya trabajó, el principal cambio tiene que producirse en él y hará que, de esta forma, vea a la empresa con otros ojos, a pesar de que la situación pueda seguir igual. Se trata de equilibrar la balanza y de ver si lo positivo compensa a lo negativo. También debemos partir del hecho de que todas empresas tienen cosas buenas y otras mejorables. Depende de si, de forma global, reúne lo que uno considera más cercana a sus necesidades para sentirse bien.

El momento en el que uno vuelve a una compañía, es también muy significativo de cara a comprobar qué motiva ese regreso. Por ejemplo, cuando la necesidad aprieta, “cualquier empresa es buena” ya que a muchas personas les dará un trabajo y unos ingresos que necesitan.

La mentalidad y la forma de tomarse las cosas también harán mucho de cara a ver las situaciones que se viven en el trabajo. Dando por hecho que determinadas cosas y actitudes son injustificables.

El que os compense o no el volver depende de cada uno porque cada persona tenemos una forma diferente de pensar. Está claro que cuando uno vuelve, tiene que hacerlo con otro talante o se va a caer con todo el equipo, con razón o sin ella.

¿Qué opinas? ¿Volverías a alguna de tus antiguas compañías?