El tema salarial está complicado en estos tiempos. Bueno, ahora y siempre lo ha estado. Ahora mismo que un desempleado pueda conseguir un trabajo ya es un logro. Puede ser incluso desesperante, según la situación personal de cada uno, pero no por ello, hay que dejar de “jugar sus cartas” para conseguir unas condiciones aceptables.

Las personas que en la actualidad buscan trabajo deben ser más flexibles de lo que hasta hace unos meses era aceptable. Hay que adaptarse a la nueva coyuntura. No ayudará nada la mentalidad de “yo mínimo quiero ganar lo que cobraba en el anterior trabajo”. Desgraciadamente, es algo pasado. Lógicamente en el trabajo anterior se tenía un nivel salarial que costaría su tiempo alcanzar, demostrando valía. No es que sea imposible llegar a un nivel similar o incluso superior, pero en estos tiempos de crisis, la cosa está “chunga”, como se dice coloquialmente y va a ser más normal que la oferta salarial sea inferior para un puesto semejante.

Por supuesto, se tiene experiencia, pero también unas aspiraciones y un ritmo de vida que no gustaría reducir. Pero la situación actual es diferente a la de hace unos meses. No os cuento nada nuevo. Hay mucha más gente buscando empleo, por lo que hay mucha más competencia. También hay menos ofertas laborales. Es por eso, que recomiendo ser prudentes y adaptables inicialmente en el aspecto salarial. De lo contrario, se corre el riesgo de no conseguir trabajo porque otros candidatos saben ser más flexibles. Con esto no estoy diciendo que haya que aceptar cualquier salario. Siempre hay unos mínimos razonables que no se pueden bajar porque entonces incentivamos que se las empresas abusen.

A lo que me refiero es que si surge un trabajo en el área que buscáis, puede ser que las condiciones salariales no sean las que esperabais. Este momento será el adecuado para comenzar a demostrar vuestra valía para el puesto y la suerte que tiene la compañía de contar con vosotros. Una vez conseguido esto ya podréis solicitar mejoras salariales acorde a vuestro desempeño que lo podréis justificar con hechos reales, algo que al empezar a trabajar no podíais demostrar.

Por otro lado, tenemos a las personas recién incorporadas al mercado laboral que, tras acabar sus estudios o formaciones especificas, intentan acceder a un trabajo. Tiene que quedar claro que en estos momentos, vuestras prioridades no pueden ser el aspecto salarial, sino adquirir experiencia profesional en el área que hayáis elegido, que os permita especializaros y revalorizaros en el mercado con el paso del tiempo. Tenéis que mirar con perspectivas de futuro las oportunidades que os salgan porque vuestra meta es alcanzar un rodaje laboral.

Cualquier opción será de ayuda. Un convenio de prácticas (en este caso no hay relación contractual con la compañía) o conseguir un contrato de prácticas, son buenas formas de empezar, para poder tener posibilidades de “meter la cabeza” en una empresa; tras su finalización, si habéis demostrado vuestra valía y la empresa precisa incorporar alguien en ese momento podéis estar en la lista de seleccionados. De no ser así, os llevaréis una experiencia que os habrá permitido aprender muchas cosas. Es el momento de absorber toda la experiencia que podáis para abriros camino. Como digo, todo cuenta.

Pero no hay que olvidar que hay que ser humildes y realistas. Nada más terminar la licenciatura, sólo podéis ofrecer una titulación universitaria como otros tantos, así que deberéis hacer cosas que aporten valor a vuestra candidatura. Si por ser diplomados o licenciados pretendéis ya cobrar un sueldo de alguien con experiencia, siento ser tan duro, pero… la lleváis clara. Aunque parezca mentira, ciertos salarios no los cobran muchos profesionales con estudios y con experiencia de más de 5 años en su sector profesional. Todos podemos intentarlo, claro que sí, pero hay que ser realistas.

Lógicamente, el salario a percibir depende también mucho de la zona geográfica en la que se busque empleo, del tipo de organización en la que se pretenda entrar, incluso, del sector en el que se quiera trabajar. Así que tenéis que ir con los pies sobre la tierra para no daros golpes.

Por ultimo, tenemos las personas que hoy en día tienen la suerte de tener un trabajo pero que pretenden obtener una subida salarial porque creen que ya toca. Ahora mismo no es el mejor momento para ir con exigencias de este tipo aunque tampoco tiene porque ser imposible. No olvidéis que las empresas, a pesar de la crisis, tienen que seguir evolucionado. Cuando se pide un aumento salarial, habrá que justificarlo, es decir, tiene que haber una motivación objetiva por el valor que aporta vuestro trabajo. No podéis tener como argumento para solicitar un aumento salarial “por que me lo merezco”. Porque esto no ayuda a vuestra candidatura sino viene avalado por unas razones sólidas.

Tampoco es buen argumento compararse con otras personas, aduciendo que fulanito no hace tal y tú sí… Cada persona es un mundo. Y vosotros tenéis que preocuparos por vosotros mismos, utilizando argumentos que hagan justificable vuestra subida salarial.

Luego debéis ser flexibles a la hora de solicitarlo porque ahora mismo es mal momento por la crisis y cualquier incremento de costes de cualquier tipo se mira con lupa, es decir, que siempre podéis negociar una subida progresiva en el tiempo para hacerla más llevadera a la empresa o establecer un período de transición y marcar una fecha concreta a corto o medio plazo en el que se ejecute la subida.

La cuestión, para todos los casos que he planteado, es adaptarse a los nuevos tiempos, avanzando hacia delante de cara a conseguir nuestros objetivos. El adquirir ahora mismo posturas rígidas en el aspecto salarial no os van a ayudar a conseguir una respuesta positiva.

Debéis ser inteligentes, pensando muy bien la estrategia a seguir de cara a conseguir lo que pretendéis.

Por ultimo, también me gustaría pedir a las compañías que sean responsables y honestas, sin pretender abusar de la posición dominante que tienen en estos momentos en el aspecto salarial. Porque hay que pagar acorde a lo que se exige que aporte cada trabajador.