Últimamente ha cobrado más importancia la información a dar al candidato en referencia a la empresa y el puesto de trabajo al que opta, en parte por la escasez de candidatos idóneos y por otro lado, por el hábito adquirido de hacer presentaciones en los centros universitarios a los alumnos de últimos años, para darles a conocer la empresa y puesto ofertados, a nivel comparativo con las empresas de la competencia.

Sin embargo, la información al candidato sobre la empresa y el puesto a nivel concreto debe hacerse siempre durante la entrevistas de selección, con independencia de cual pueda ser la situación en ese momento del mercado laboral.

Lo más adecuado durante el desarrollo de un proceso de selección para un determinado puesto, es facilitar esta información de forma progresiva, desde las primeras fases del proceso hasta el final, porque lo más normas es que haya varias fases.

La información facilitada debe acomodarse a las necesidades concretas de cada candidato, es decir, cuanto mayores vayan a ser las responsabilidades que vayamos a exigir al candidato a un puesto más cualificado, mayores van a ser sus necesidades de información requerida y viceversa.

Generalmente esta información suele comunicarse de forma verbal, aunque es mucho más eficaz acompañarla de documentación escrita.

En procesos selectivos con muchos candidatos cabe ofrecer la información inicial sobre la empresa y el puesto a grupos de candidatos, para pasar posteriormente a dar información más detallada de forma individual a los candidatos que pasen a la fase final del proceso.

De todas formas esto hay que adaptarlo a la cultura y los valores que cada organización tiene y que quiere transmitir en el desarrollo de su política de captación de nuevos recursos, ya que esto muchas veces es lo que marca las grandes diferencias.