Si el proceso de selección de personal es un compendio de planificación, análisis y método destinado a la búsqueda, adecuación e integración del candidato más cualificado para cubrir un puesto dentro de nuestra empresa, los responsables principales de los buenos resultados somos los técnicos de selección.

Tenemos que saber ver y analizar qué puestos son susceptibles de cambio, modificación o reestructuración en nuestra organización.

Los técnicos de selección o de recursos humanos tenemos que ser las personas o grupo de personas que en cada empresa tengamos capacidad para poder realizar el proceso selectivo y decidir sobre el candidato idóneo, bajo nuestro punto de vista.

Tenemos que saber detectar las necesidades de personal de las empresas en las que prestamos nuestros servicios o las de nuestros clientes, por otro lado ser especialistas en planificar y analizar las demandas y requerimientos de los diferentes puestos; lo que implica que tenemos que conocer y valorar las plantillas de cada organización, ante dichas necesidades y finalmente saber elegir y establecer el método mas adecuado para cada necesidad de personal.

Debemos saber qué plan de integración y acogida es el adecuado para la adaptación del candidato o candidatos elegidos a nuestra empresa y a su puesto de trabajo, facilitando lo máximo posible este proceso.

Por otro lado somos la primera persona de la empresa en conocer al candidato, por lo que tenemos que saber vender y transmitir la imagen real de nuestra empresa, para evitar que las nuevas incorporaciones se lleven una idea equivocada, que puede generar conflicto más adelante.

Tenemos que saber averiguar una seria de características de los candidatos que participen en cada proceso de selección, por medio de las técnicas más adecuadas. Variables como aptitudes, experiencia, personalidad, comportamiento, motivaciones, etc., tenemos que conseguir detectarlas.

En definitiva, debemos ser personas de mente muy abierta, flexibles, con capacidad para saber hacer escucha activa, ser muy buenos comunicadores, analistas y planificadores, estar especializados en las relaciones interpersonales y en las dinámicas que nos genera la interrelación de grupos dentro de nuestra organización.

Esto genera que pueda ya establecer una serie de características propias del perfil de nuestra profesión (técnico recursos humanos):

Imaginativos ante situaciones cambiantes muy habituales en las organizaciones del siglo actual.

Flexibles en las formas y no en el fondo.

Perceptivos para poder anticiparnos ante los problemas y analizar sus causas.

Creativos en la búsqueda constante de soluciones, para todo tipo de circunstancias.

Promotores en la puesta en marcha de nuevas ideas y proyectos que puedan beneficiar a nuestra empresa.

Consensuadores siendo el nexo de unión entre el capital y el trabajo.

Gestores realizando un seguimiento analítico de los diferentes programas y actuaciones de nuestra organización.

Participativos fomentando el trabajo en equipo y sabiendo desarrollar ideas colectivas.

Integradores para conseguir que todos los trabajadores se sientan parte importante de la organización.

Tenemos la responsabilidad de conseguir la plena integración social de los individuos en nuestra empresa.

Debemos reunir las características descritas y además tener excelentes habilidades de asesoramiento hacia nuestra empresa o cliente.

Debemos convertirnos en personas de confianza, ser consejeros en temas de organización y recursos humanos. Nuestra labor es ayudar a nuestra empresa o cliente a desarrollar una comprensión total de la situación antes de plantearnos los diferentes planes de actuación posibles.

Como reflexión para aquellas personas que tienen claro que es el mundo de los recursos humanos, el campo elegido para desempeñar su carrera profesional, especificar que muchas de estas características y aptitudes no son ni mucho menos innatas, sino que se adquieren a base de esfuerzo y dedicación. Porque no olvidemos que todo se puede adquirir y aprender, simplemente hay que tener ganas de hacerlo.