Voy a pasar a establecer los criterios específicos de cara a estudiar la implantación de un plan de Formación para una organización o empresa, con el objetivo fundamental de incrementar el potencial humano mediante el perfeccionamiento profesional y humano de su personal.

Y para ello recomiendo usar un planteamiento formativo específico, llamada formación de demanda que favorece la consecución de los objetivos empresariales previstos, pues en este caso se tienen en cuenta las necesidades especificas de cada puesto de trabajo, junto con la planificación estratégica de la organización que genera determinados objetivos a realizar por la dirección, como son:

– Aplicación de la estrategia de la empresa en Formación.

– Capacitación de la plantilla donde se requiera.

– Fomento del desarrollo personal y profesional.

– Detección de necesidades por puesto, departamento, etc.

– Estimulo, como valor añadido, de la participación y comunicación, así como vía que fomente la cultura y, si es necesario, el cambio.

Como estudio de necesidades hay que analizar:

La adecuación persona/puesto desde las exigencias de los puestos de trabajo y las competencias de la plantilla.

Evolución de la plantilla en el tiempo.

Evaluaciones de potencial, desempeño y rendimiento.

Peticiones de directivos y mandos o de trabajadores.

Resultados de estudios de clima o satisfacción.

Como herramientas para diagnosticar estas cosas emplearemos cuestionarios, entrevistas, grupos de discusión, evaluaciones, centros de evaluación, etc.

Una vez que ya hemos detectado necesidades y objetivos, se tendrá que diseñar el plan de Formación en forma de documento elaborado, en forma de catálogo o programación.

No olvidemos que si esto se pasa por alto por las personas encargadas del diseño e implantación de un plan formativo en cualquier organización, esta abocado al fracaso, ya que cada organización tiene unas especificaciones y necesidades diferentes.