Realmente cada día me sorprendo mas la actitud de los candidatos que me voy encontrando en los procesos de selección que voy realiando.

Cuando una persona esta en busqueda activa es principalmente por dos razones:

1.- Por que se encuentra en situación de desempleo y quiere encontrar un trabajo.

2.- Tiene trabajo pero quiere cambiar por diferentes motivos personales o profesionales.

Las consultoras o empresas que reciben sus candidaturas para diferentes puestos tiene que ser condescendientes y razonables de cara a concertar las entrevistas, sobre todo con aquellas personas que están trabajando en el momento de la busqueda activa de trabajo, ya que hay muchas empresas que avisan para participar en el proceso de selección con 1 día de antelación o incluso menos, y esto me parece una falta de previsión por parte de los departamentos de recursos humanos de esas empresas (o de los departamentos que los solicitan). Con tan poca antelación, por mucho que los candidatos quieran participar en la selección, en muchas ocasiones, les resulta imposible poder asistir sobre todo si están trabajando, ya que no les permite buscar ninguna alternativa de previsión. Si me pongo en los piés de los candidatos, estoy totalmente de acuerdo en que no les ponemos las cosas fáciles a ellos tampoco.

Pero ahora paso a detallar la otra situación que se produce habitualmente y ocurre en aquellas empresas que avisan a los candidatos que cumplen el perfil de los diferentes puestos con un plazo lógico (una semana aproximadamente) y que llevan el horario habitual de las empresas (de 8 a 17 o 9 a 18), o quizás horario partido, (aunque cada vez se esta implantando el horario anglosajón de jornada continua, sobre todo en las grandes y medianas empresas españolas).

Y con esto ni mucho menos quiero generalizar, pero es muy licito y normal que las personas que están trabajando quieran prosperar profesionalmente. En el momento de llamarles para citarles a las entrevistas, por mucho que el departamento de recursos humanos intente darles flexibilidad, el candidato tiene que poner interés por su parte, por que no tiene que olvidar que es él el que esta buscando empleo. Cada vez más me encuentro con excusas de lo más variopintas: no tengo medio de transporte para ir a hacer la entrevista, mi horario de trabajo es tal y solo puedo en este intérvalo horario, (y otras más increibles: tengo que ir a comprar, o tengo que ir al gimnasio, ¡y son reales!).

Recuerdo que cuando estaba trabajando en mis comienzos y estaba buscando otro trabajo, me apañaba como podía y si realmente quería participar en una selección concreta, me buscaba la vida, incluso si era necesario me pedía un día de fiesta para poder asistir; si la empresa estaba en un polígono y no tenía medio de transporte propio, pues buscaba alternativas (alguien que me llevase, coger un taxi, etc.).

Por que no olvidemos que con la oferta actual, (no será por candidatos preparados y dispuestos) el que algo quiere algo le cuesta. Un esfuerzo no cuesta nada si al final se traduce en un puesto de trabajo. El que no piense así, no está buscando seriamente trabajo.

Por otro lado tenemos las personas que están citadas para una entrevista y habiéndoles dejado un teléfono de contacto en caso de que les surja algún imprevisto y no puedan acudir, que avisen, para poder reorganizarte la agenda o dar cita a otra persona; pues a parte de que no se presenten, que es lo de menos, no llaman para comunicar que no van a acudir a la cita, y esto me parece una falta de educación y formalidad total y absoluta. Y este tipo de actos dice mucho de estos candidatos, y yo sinceramente los descarto.

Hoy en día, esta muy de moda, criticar a los departamentos de RRHH por que tratan a los candidatos como un número más, y hay algunas empresas que actúan así, pero otras muchas los tratan correctamente. Y digo yo ¿que pasa con los candidatos que demuestran nulo interés por participar en los procesos o que actúan de forma impresentable, haciendo perder el tiempo a los departamentos de RRHH?

Así que mis consejos para ambas situaciones son:

No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti.

Y trata a los demás como desearías que te tratasen a ti.